La necesidad es de hablar, o escribir, nada
más
Una crea un blog con la idea equivocada, de
mi parte, que era la de publicar algunas cosillas que a la larga irán a formar
parte de un libro, papel,
resabios de principio de , envejecimiento, le
llaman.
Esos achaques que nos atribuyen de románticos.
Apoderamiento de la palabra que parece ser nuestra por estar ahí, cerquita, sin
pantalla. Aunque debiésemos, dicen los eco, los new eco, pero
me
puede, el libro papel es lo que está ahí, listo, para compartir o recibir como
lectora, lo que me pone en complicidad con ese otrao que se dio a la palabra en
el libro, así sea para inventarnos una historia,u otra
(aclaremos esto - cuando termino las palabras
en oa, es por una cuestión de género, exacto!-)
el
ser, el aroma, el erotismo, la posición, en fin, el papel, con los pies
colgando sobre el apoya brazos del
sillón,
bajo una luz de lámpara, o estirada debajo del ventilador..
No. Es que no podemos olvidar el papel los de
más de cuarenta. La infancia, dicen algunoas
lectores.
que
el editor se ocupará de publicar, pero resulta que el blog, decía,
debiese ser un espacio propio de noticias acerca de una, digamos.
Donde vaya un yo, en un yoísmo absoluto y
vuelque lo que todos mueren por saber, supongamos, de chusmas nomás, de saber
por saber, o por manejar cierta información de la otra, noticias, o parecido
y este yo, queriendo, pretende, siempre
pretende una cierta poesía. De casi, de arrime, de estar al oído,
y resulta que también muchaos otraos, lo pretenden, o no habría tantos blog de poesía.
(poesías libres, creativas, gotas, dicen algunas categorías de algunos grupos, pero no debiese ser eso la poesía, siempre?)
(poesías libres, creativas, gotas, dicen algunas categorías de algunos grupos, pero no debiese ser eso la poesía, siempre?)
Me propuse hablar tal como si
esta pantalla fuese una ventana, una buena ventana, con postigos, vidrios, y con esas manchitas que siempre
dejan las moscas.
No lo hice, hubiese querido, pero nada,
nada más voy al cuaderno,
y ahí está mi llano, mi parte,
mi otra-otro
acá hay que andar prolija.
No lo hice, hubiese querido, pero nada,
nada más voy al cuaderno,
y ahí está mi llano, mi parte,
mi otra-otro
acá hay que andar prolija.
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