Una vez
estuve muerta
a la vista
sin extiguirme
tenía
ojos de besos negros
que restregar del cuerpo
amig@s
que traían
papel y
cigarrillos
sin
faltar los que durmieron
en el
suelo
para
acompañar el presidio
agua a
la noche
llanto
en el día
hasta
que tomé curso,
O tomó ella.
O tomó ella.
No sé, quién
fue sangre
o fuente
pero sí, que arrancamos techos.
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