Mula mosca, en sábana
de enredo
y mañana viniendo, de cerca
urge en inverso, olorea
pisoteando cualquier marca o pliegue
en humo que pesa
Piedra, a la sangre que
crece
y se estanca
donde Duele
sorbo del diablo
amañando
noche, de sin aliento, seca
Soplo al abrigo que expande, agobia
pateando carpa de
desaparecida infancia
y cierro la entrada a ideas
que aplastan
de punto y corte, para
volver denso
lo dulce del aire
Sin tener al brazo, un hilo
de líquido
que sea loa medio ola
sal en piedras blancas
para arrojar al cielo de
ropa, tantas
telas que levanten al ahora
en un vaso de agua.
Y no afloja lo tenso
ni resopla marca
a enredo.
Me incrusta en rizo el
ligue
de la bombacha, apretando
molesta, descalza la sábana
cual lija de estrías sin
líquido
torpe
o torne
al origen… Y Basta!
No hay vasto aunque estire
arqueando la columna vacía
de órganos
al cuello, de servicial en pretendo
desunida
por crispar brillos falsos
nacen negros
Nacen negro no profundo, sino gris
que entorpece
para engendrar tal bruto! de estremecimiento
Fatuos cristales
cuando la
mañana llega y aclara
De costado, a perderse
cháque!
entre opaco y oscuro,
de lado, nada
y en primitivo vértigo
de velocidad que
insiste
a la vista
órbitas
e infinitos anaranjados
Nacen luceros
Ya desnuda, sin pliegues se
expande la noche
para revertir esencia de sin
paralelos, núcleos
en mundo de límites sin
cuerpo
La serenidad del alba, un segundo
cero, si siquiera de no
sentirlo
desprevenida
como en golpe certera, era una
y era todo estrellas
en continuidad de espacio
Universo
dentro y fuera
sin estar suspendida
sin límite
sin apoyar sobre suelo, ni plana,
sin borde
lo que al fin nos integra
era
de estáticos al movimiento
a fluir derrame que influye
y se hace parte
sin nada
Llena noche en orden de belleza
Amplia, al cielo,
nula la muerte
la vida no es tiempo
sino ser
espacio, aura
de un punto al otro
en la cama, tantos
en la pausa …
Fueron volviendo las extremidades
después la línea del vientre
lo imperfecta
y con los ojos anclados
a la única ventana
despierta, llegamos
amanecía.
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