Aunque la duerma
y comience a nadear
a quedar solo forma de
Silvia
suelta, absolutamente suelta
de toda raíz que obligue
remontando el día
con su pausa y fútil,
todos podemos morir hoy
todos estamos para morir
hoy
sin más que nadie
espeso revuelvo
esta voluntad,
esta voluntad,
a quién le importa el vos.
Uhh! el llanto del muerto
tiempo que no se ocupó
que lo mal vivido
que no que no
no es afilar por vocación
es dejar invisible
la residencia, cuando vivo.
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