DE qué hablamos cuando hablamos

De la gran estrategia de la deseducación, por qué no interpreto lo que otros interpretan

y por qué otros interpretan genialidad donde no hay  ay ay discurso, según interpretación.

Ejemplo: En agradecimiento por los saludos recibidos en face dije, hace unos días,  que agradecía las salutaciones, pero debían ell@s ir sabiendo que a ese día, refiriéndome al de mi cumpleaños dos días después, lo quiero cerrar, fechar, volver sitio, espacio cerrado, demarcado para que no se escape

 ni  comprenda el resto de mis días que sí, sigo amando, y todo para no cumplir.

Se comprende entonces que, como no encuentro la fórmula, dije, que lo cierre, anule, vuelva nada y ya no cuente, por qué quién quiere seguir cumpliendo si hablamos en el sentido del tiempo transcurrido, dije: Brindemos.

Pero no he sido clara, menos que menos suficiente y las interpretaciones variaron, desde:

 “Qué bien dicho”, sin aclarar en ningún momento, qué dije, “a tengo la fórmula” que por aproximación acerca aunque “la fórmula” no sea más que una diminuta metáfora de lo que no existe, ya que de existir -quien sabe- la usaríamos casi tod@s, supongo, “a déjate de joder” como si fuese yo una quejosa de tanto saludo y mala de gana dijese, basta basta que ya no quiero cumplir cuando lo que quise significar fue gracias, como suena, no tengo la fórmula y si alguien la tiene que la acerque, porque no existe dejar de cumplir,  por lo tanto sigamos brindando y cumpliendo, qué más?

Si pudiésemos dejar de hacerlo! Pero estamos para cumplir, con esto y aquello, rito y significantes a la hora de hacer lo que hay que hacer en tiempo, sin escapatoria.

Sospecha: Entonces cuando dicen, brillante, brillante, quisiera saber qué brilla? O no dicen nada porque toman brillantes de la forma pero sin el fondo. Y voy a aprender a todos los cursos que hablan de leer y no dicen sino “qué leer”, “qué contar”, “dónde leer”, pero no escucho que hablen de lo que brilla o cómo hacer para que el/la “ joven” lea, lo que sea, lea y brille, y sólo siguen en una demostración de saberes personales que no entusiasma ni al más pintado ni mucho menos a los “jóvenes” lectores que de tanta pereza presa mental no responden a acto alguno de concentración pobre a todo efecto de atención a nada ni nadie que sea otr@, sujeto u objeto que diga, porque no aceptan destino que sea.

No ven el futuro.

Ni a lejos el horizonte de ell@s es cerca de púas y rayas que ennegrecen hasta el cielo.

Afinando:  Peleamos. Cada día pelamos y peleamos a frente roja batiente para que escuchen abran corran del no podés no podés no podés

no puede para qué, incitado de barrio a madre que no elige y hace el estratega, gerente de utilería que entrega palabras sueltas,  difusas de lo que debe, aunque todo lo deba, y el pueblo piense que piensa. Piensen.

“@l estadista toma de tuerto a mano llena lo que nosotros no estamos leyendo porque lo aplasta el mandato cero, primero, el que no hace sino para sí y manda. @l estratega ego ega peso muerto  nuestro de revés cargado y no de pueblo.” Brillante!

Pero esto es arte, solo arte de forma y vos, tu, ell@ le ponen fondo.

Entonadita: Algún día tendremos que poner fondo ¡Ell@s tienen que poner fondo! para que tod@s sepamos de qué se trata esto, ir zafando a la deseducación que no hace más que interpretar cualquiera, de lo que puede leerse que son dichos sin ton ni son.

Cualquiera de uds. me explica las cualidades de l@s  estadist@s conocidos que yo no veo de tanto.-